ELOGIO DEL HORIZONTE Y BARRIO DE CIMADEVILLA

El nuevo recorrido que hoy propongo por Gijón, es el Elogio del Horizonte, y Barrio de Cimadevilla.

Puesto que la zona de la Iglesia de San Pedro, ya la visitamos, nos dirigimos de nuevo hacia este punto para llegar al Elogio del Horizonte.

Situándonos frente a la Iglesia, tomamos la calle de la izquierda que sube hacia el Cerro de Sta. Catalina, por una empinada cuesta.

Y el primer edificio que nos encontramos a nuestra derecha, es el Club de Regatas. Centro privado donde se practica el deporte de vela.

A los pocos metros llegamos a la cima del Cerro de Sta. Catalina, desde donde se puede disfrutar de unas vistas de singular belleza.

Si miramos hacia el Este, podemos ver todo el Paseo del Muro de San Lorenzo, y su extensa playa.

Y mucho más allá, observamos hasta el Parque del Cabo de San Lorenzo, y la playa de la Tortuga (lo hemos visto en el recorrido anterior)

En la parte más alta del Cerro, y al borde del acantilado, se encuentra el símbolo universal de la ciudad de Gijón: El Elogio del Horizonte de E. Chillida.

Está realizado en hormigón armado, a partir de dos pilares que actúan como soportes de una elipse abierta. Alcanza diez metros de altura y un peso de 500 toneladas.

Con sus brazos acogedores y su cuerpo sólido y, a la vez liviano, el Elogio parece querer lanzarse a volar. El cielo es el techo de esta casa común, en cuyo interior suena la música del viento y el mar.

Mirando hacia el Este, se puede contemplar la zona del barrio de Somió, el Parque de la Providencia, la casa de Rosario Acuña, y la Playa de la Tortuga.

Hacia el Oeste, la vista comprende el barrio del Natahoyo, la Calzada, y el puerto de El Musel

Un recorrido visual nos permite observar, al occidente, un extenso brazo de tierra que sale al mar, es el llamado Cabo de Torres o Campa de Torres.

En ese lugar se encuentra un castro prerromano donde se asentaron los primeros pobladores de Gijón, cuyos primeros estratos se remontan al s. VI a.C.

Desde el extremo contrario al inicio de nuestra subida, vemos el espigón del rompeolas o Punta de Liquerique, y en la zona del medio de la fotografía, se divisa el arenal de la Playa de Poniente. Por éste camino, tomamos el tránsito de las Ballenas que desciende hacia el Muelle.

El cerro era propiedad del Ministerio de Defensa dedicado a maniobras militares

Hasta que en el año 1989 fué recuperado para los Gijoneses y utilizado para su disfrute.

Cimadevilla es testigo y protagonista de los acontecimientos históricos más significativos de Gijón:

desde la fundación romana, los conflictos medievales, la creación del puerto, el nacimiento y la obra de Jovellanos o los inicios de la industrialización.

Cimadevilla, es el barrio alto de Gijón,

donde pescadores, cigarreras, militares, artesanos que aquí nacieron, vivieron y
trabajaron.

dejaron en sus calles monumentos e historias personales que son huellas imborrables

En definitiva, hombres y mujeres playos, que es como se conoce a los nacidos en este barrio, que de Gijón es lo mejor.

La Torre-Museo del Reloj, levantada sobre los restos de una antigua torre romana, en su último piso hay un mirador desde donde se obtiene una fantástica vista de la ciudad. Se guarda una importante colección de la historia de gijón desde sus orígenes, hasta nuestros días.

El Gremio de Mareantes financiaba y organizaba la captura de ballenas en el puerto gijonés.

Los atalayeros, desde lo más alto de Cimadevilla, en el Cerro de Santa Catalina, divisaban esos preciados cetáceos y avisaban con hogueras a los balleneros que salían a su encuentro para darles caza.

La última ballena fue apresada en el año de 1722 y

de ese pasado ballenero perviven nombres como tránsito de las Ballenas o Casa de las Ballenas

la plaza de la Tabacalera o el Campu les Monxes (Campo de las Monjas), ya que el edificio de grandes proporciones que destaca en la plaza fue, hasta su desamortización en el siglo XIX, convento de las Madres Agustinas Recoletas, más tarde Fábrica de Tabacos.

Alegre y colorista este Campu les Monxes no ha perdido popularidad ni ha dejado de ser transitado. Los pescadores, las rederas trabajando al sol, las cigarreras y las mujeres que acudían diariamente al Lavadero que había en la plaza, han dado paso a

esta plaza, en el mismo corazón de Cimadevilla. Es uno de los lugares más populares del barrio de pescadores

La casa natal de don Gaspar Melchor de Jovellanos, ubicada en el límite meridional del barrio de Cimadevilla, es uno de los edificios señoriales más antiguos de Gijón.

De finales del siglo XV data la construcción de la llamada torre vieja (la del lado occidental),

pero será en el segundo cuarto del siglo XVI cuando la casa adquiera la configuración definitiva.

Llegamos de nuevo a nuestra partida del inicio del recorrido, saliendo por la casa de la tercera edad de la Iglesia de San Pedro

La Casa Consistorial data de 1865 y fue diseñada por Andrés Coello. Se ubica en la porticada y empedrada Plaza Mayor, a unos pasos del Paseo del Muro de San Lorenzo.

Es un edificio de tres plantas, en el que destacan el balcón presidencial con una balaustrada, y el remate superior donde se encuentra un reloj y el escudo de la ciudad.

A la Plaza Mayor se accede a través de arcos que dan al paseo del muro, las calles Acacia, San Bernardo, Campo Valdés, Valladolid y Recoletas.

En ella da comienzo el Barrio de Cimadevila,

lleno de restaurantes y sidrerías.

La plaza está empedrada, tiene forma rectangular, con arcos y soportales a su alrededor.

Por uno de sus soportales, accedemos, como hemos visto en el recorrido del Puerto Deportivo,

a la plaza del Marqués, desde donde se puede disfrutar de un precioso paseo